Lo máximo que pudo lograr la moneda EOS el 30 de abril de 2018, fue alcanzar el quinto lugar en términos de capitalización entre todas las criptomonedas, habiendo subido su precio a $20. Después de una prolongada corrección del mercado, no fue posible repetir el éxito. Incluso durante un rally alcista de 2021, el precio del token no superó la mitad de sus valores máximos. Actualmente, EOS se cotiza cerca de $1.3 en medio de informes y el surgimiento de una nueva estrategia de desarrollo. Nos prometen modernizar el mecanismo de consenso y la infraestructura para crear aplicaciones descentralizadas. El proyecto recaudó $4.1 mil millones en su ICO, que parece muy sólido, incluso en comparación con las nuevas startups prometedoras de Silicon Valley. Pero el equipo no pudo lograr ningún éxito significativo en la industria. Los primeros inversores creen que esto sucedió en gran parte debido a la falta de financiación para el desarrollo por parte de los fundadores.

Hoy en día, la comunidad está tratando de tomar el control del proyecto y espera atraer usuarios después de un tiempo de inactividad tan largo a través de futuras actualizaciones. Pero, ¿vale la pena tomar el tiempo para aprender una nueva hoja de ruta? Poco probable. La lucha competitiva en el ámbito tecnológico es lo más dura posible, y cualquier pequeña pausa en el desarrollo puede perjudicar a la empresa. Por lo tanto, el tren de EOS se fue hace mucho tiempo y será casi imposible destacar entre las decenas de proyectos que están en marcha.