Uno de los mayores misterios en el mercado de las criptomonedas es la alta capitalización de Cardano, un proyecto semivivo que no ha podido lograr ningún resultado significativo desde su inicio en 2017. 

A menudo dicen que Cardano prioriza la seguridad del ecosistema y no la velocidad de su funcionamiento. Aparentemente, para los inversores esto debería justificar al menos el hecho de que los contratos inteligentes estuvieron disponibles para los usuarios solo después de la actualización en 2021, ¡cuatro años después del lanzamiento de la red! El proyecto de Ardana Labs planeó lanzar su primera moneda estable en la cadena de bloques de Cardano, pero en noviembre de 2022 el desarrollo fue cerrado, expresando la esperanza de que alguien terminara lo que fue comenzado, en función de sus desarrollos. Al final resultó que, los $10 millones recaudados un año antes no fueron suficientes para completar el proyecto. Mientras tanto, Cardano continúa prometiendo el lanzamiento de su moneda estable en un futuro previsible. Además de la lentitud de escala catastrófica para una startup tecnológica, cabe destacar las tecnologías en bruto. Es muy posible que tras el lanzamiento de su stablecoin, el proyecto sufra la suerte de UST de Terra, y tras la aparición de los proyectos DeFi comiencen los hackeos interminables. En otras palabras, aquí no hay nada interesante para los inversores. Mucho más interés durante un nuevo rally de precios serán novatos prometedores, y no los veteranos medio vivos.