Avalanche ocupa el puesto 12 en el ranking de Coinmarketcap con una capitalización de 7,8 mil millones de dólares (menos del 4% del tamaño de Ethereum). Actualmente, el token nativo se cotiza 82% por debajo de los valores máximos, lo que permite a los inversores comprar monedas de protocolo blockchain con una estructura única a precios de principios de 2021. La infraestructura de Avalanche consta de tres redes separadas lógicamente, cada una de las cuales mantiene su propio entorno de ejecución, tiene sus propios conjuntos de reglas y validadores.

El diseño de esta plataforma a menudo se compara con la arquitectura de Internet actual, donde los conjuntos de protocolos de comunicación (como HTTP) están en el centro y hay una gran cantidad de redes con aplicaciones alrededor. Avalanche le permite crear sus propios sistemas públicos o privados en forma de blockchain o DAG (gráficos dirigidos acíclicos) y usar diversas máquinas virtuales para funcionamiento de aplicaciones, incluyendo EVM, el "motor" para desarrollar programas Ethereum.

Avalanche incluye las siguientes redes: C-Chain, donde se crean contratos inteligentes que se ejecutan a través de una implementación avanzada de EVM; P-Chain, que coordina validadores (aquellos que procesan transacciones) y también le permite crear y rastrear nuevas subredes; X-Chain es un gráfico dirigido acíclico que regula la emisión y el comercio de criptoactivos. A diferencia de una cadena de bloques, en los sistemas basados ​​en DAG, las transacciones nuevas no se agrupan en bloques, sino que se escriben sobre las anteriores, logrando una mayor escalabilidad.

La ventaja de Avalanche es la posibilidad de crear su propia cadena de bloques no aislada y determinar todas las peculiaridades de trabajo, desde los parámetros de acceso a sus aplicaciones hasta el lenguaje de programación en el que funcionará todo. Cada subred creada es capaz de procesar alrededor de 4,5 mil transacciones por segundo. En comparación, en Ethereum se procesan alrededor de 14 transacciones por segundo.