La empresa de esquisto Pioneer Natural Resources se cotiza solo el 10% por debajo de sus máximos, mientras que el S&P 500 ha bajado más del 15%. Además, el negocio del emisor se encuentra en excelentes condiciones, lo que confirma el último informe del tercer trimestre. Sin embargo, tras su publicación, las acciones cayeron 5%. Esta dinámica no refleja en absoluto la situación actual del mercado energético en general y las perspectivas de Pioneer Natural Resources en particular.

La empresa paga un generoso dividendo de $5.7 por acción y tiene planes de aumentarlo. Por ejemplo, en 2023, se espera que los dividendos anuales aumenten a $10 y en 2024 a $19. El aumento de los pagos está relacionado con los pronósticos sobre un crecimiento gradual del precio del petróleo WTI a $140 para 2027.
La empresa está aprovechando la caída del mercado y compra acciones de manera activa: solo en los últimos tres meses, se han gastado $500 millones para dichos fines, mientras que la cantidad total de fondos asignados es de $4 mil millones. En 2022, el flujo de caja libre debería ser de $8 mil millones.
¿Por qué, con tales excelentes datos, las acciones de PXD retrocedieron desde sus máximos? No se trata solo de la corrección general del mercado, sino también de las expectativas de los inversores en general. El mercado del petróleo es cíclico y muchos confían en que los buenos tiempos pronto serán reemplazados por malos. Sin embargo, no hay razones para tales expectativas. Pronto, las medidas restrictivas deberían levantarse en China y Estados Unidos dejará de extraer petróleo de sus reservas.
Es poco probable que la recesión esperada llevará a una caída más profunda en el consumo de petróleo que en 2020. Recordemos que entonces la demanda cayó el 10%. En otras palabras, la negatividad actual parece excesiva. En este sentido, hay más razones para ponerse del lado de la empresa, que compra acciones de PXD, contando con su mayor crecimiento.