En 2022, todo el sector de consumo discrecional, que incluye empresas que producen bienes no esenciales: automóviles, ropa, artículos de lujo, hoteles, restaurantes, etc., fue muy afectado. Cuando llegan tiempos difíciles, la gente sigue comprando comida, pero comienza a ahorrar en otras áreas. Los temores sobre la inflación y la recesión inminente provocaron el colapso del ETF XLY en casi 40% a finales de año.
Sin embargo, tales reducciones a menudo brindan excelentes oportunidades de inversión, ya que es raro ver acciones de compañías icónicas como Nike, Toyota y Home Depot tan lejos de sus valores máximos. Los informes macroeconómicos recientes apuntan a que quizás los temores de una disminución en la demanda de los consumidores son demasiado pesimistas.
Las ventas minoristas en EE.UU. durante la temporada navideña fueron bastante fuertes (según Mastercard, el gasto en los Estados Unidos aumentó 7.6% interanual entre el 1 de noviembre y el 24 de diciembre), y los empleadores siguen buscando nuevo personal. Tal dinámica favorece el aumento de los salarios y la preservación de la actividad de consumo.