Las acciones de Shell se cotizan 8% por debajo de sus máximos de 2022. En su informe reciente, la compañía no solo reportó unos buenos indicadores financieros, también anunció un aumento de dividendos del 15% en el futuro cercano. Además, la compañía gastó $6 mil millones para comprar sus acciones en el trimestre anterior y planea gastar otros $4 mil millones antes de fin de año. Si el ritmo actual de las transacciones continúa en los próximos dos trimestres, la cantidad de valores Shell en el mercado disminuirá en 10%. Actualmente, las acciones cuestan alrededor de $56, pero la estrategia de la compañía es capaz de llevar este número a $65 - más alto de los números anteriores al coronavirus.
La compañía apuesta por los recursos “tradicionales”: en 2022 se invirtieron $18 mil millones, de los cuales solo $2.4 mil millones fueron de “Energías Renovables”, mientras que el resto se destinó al desarrollo de la producción de petróleo y gas. Esta es una señal positiva dada la situación actual del mercado. Vale la pena considerar el hecho de que la transición a la energía verde dentro de un corto plazo resultó imposible, y los gobiernos de los países desarrollados son más flexibles y están listos para retomar el trabajo con combustibles fósiles.
Shell espera recibir 33 mil millones de dólares en flujo de caja libre. De dichos fondos, alrededor de $7 mil millones se destinarán al pago de dividendos, mientras que $26 mil millones permanecerán para programas de compra de acciones y reducción de deuda. Como podemos ver, la posición de la compañía es extremadamente fuerte.
Otro hecho interesante sobre las inversiones en empresas petroleras. La estadounidense Wells Fargo publicó un estudio según el cual el petróleo es el mejor activo en periodos de alta inflación: el precio del oro negro ha subido más de 40% desde 2000, un numero superior a la rentabilidad de las grandes acciones (S&P 500) u otros activos considerados.
Según la teoría económica, cuanto mayor sea el precio, menor será la demanda, pero en el mundo real, los consumidores no pierden interés en el petróleo debido a su alto costo.
Además, existen expectativas sobre un mayor crecimiento de la demanda de los países en desarrollo, relacionadas tanto con factores económicos como demográficos. Se observa un consumo creciente de materias primas junto con un aumento del PIB. No se trata nada más del consumo personal, sino también de la industria, ya que en la mayoría de los casos es el petróleo el que se utiliza para generar electricidad.