Las acciones de JPM se cotizan 12% por debajo de sus máximos de febrero. Según los informes, la principal fuente de financiación de JPMorgan son las cuentas, por 2.34 trillones de dólares en total, mientras que las cuentas no aseguradas representaron solo $137.9 mil millones, o el 5.9% del total. Además, el banco cuenta con importantes reservas de liquidez ($540.5 mil millones) para reducir el riesgo de posibles problemas financieros. Vale la pena señalar el hecho de que JPMorgan administra sus activos de manera mucho más profesional que el Silicon Valley Bank en quiebra. Los portafolios de activos se pueden dividir en AFS (disponibles para la venta) y HTM (guardados hasta el vencimiento). Si la rentabilidad promedio de estos grupos en Silicon Valley Bank fue 1.51% y 1.63%, respectivamente, entonces en JPMorgan: 3.5% y 2.25%. Está claro que JPMorgan no es problemático y es incorrecto compararlo con los bancos regionales de EE. UU., y en el mercado lo entienden. Esto se ve confirmado por una caída bastante débil de las acciones de JPM en comparación con muchas otras acciones bancarias. En muchos sentidos, es precisamente por eso que no debemos esperar un crecimiento agresivo de las cotizaciones: la relación P/E es de 10.5, que está por debajo de los valores promedio de los últimos 10 años (11.5), pero por encima de la mediana del segmento (8.1). En otras palabras, JPM es de interés para los inversores a largo plazo que desean aumentar la participación de activos premium en su portafolio al precio más atractivo de los últimos seis meses.